Los y las estudiantes del CFG “Participación ciudadana, pobreza y fortalecimiento comunitario” participaron en su primer encuentro con la Fundación Betesda, organización que será el socio comunitario del curso durante el semestre. Esta iniciativa se desarrolla en el marco de la metodología Aprendizaje y Ciudadanía, que promueve experiencias formativas con impacto social.
El curso, a cargo del académico Óscar Guerra, busca acercar a los y las estudiantes a una comprensión de la ciudadanía desde el desarrollo comunitario, destacando su valor como una práctica que reconoce la riqueza conceptual e identitaria de los sujetos en contextos democráticos. El académico señaló que conocer el trabajo de la Fundación Betesda permite visualizar dimensiones de la ciudadanía en contextos de alta vulnerabilidad, comprendiendo que acciones como las que realiza la fundación también fortalecen una ciudadanía integral.
Guerra destacó además los aprendizajes que esta experiencia ofrece. “Se espera que los y las estudiantes puedan identificar y comprender el valor de abordar estos conceptos desde una perspectiva teórico-práctica. También que, desde sus diversas disciplinas, se acerquen a una dimensión ciudadana del conocimiento, una dimensión ciudadana de la misma Universidad”, señaló.
A través de las distintas dinámicas de trabajo con la fundación, la experiencia busca fortalecer la formación ciudadana del estudiantado.“En primer lugar, les permite reconocer la relación estrecha que puede existir entre su formación y los desafíos sociales. Luego, les invita a poner sus recursos y conocimientos al servicio de su entorno. Finalmente, este tipo de proyectos les ayuda a desarrollar habilidades y valores propios de una ciudadanía democrática. Creo que esto último es muy propio del sello de la Universidad, y en estos espacios ese sello se vuelve mucho más tangible para las y los estudiantes”, agregó el académico.
Por su parte, Vicente Moncada, estudiante de Enfermería, valoró este primer acercamiento:.“Fue como abrir demasiado mi mente, porque sé que donde vivo hay muchas fundaciones, pero al no ser cercano a esas situaciones, no las tomo en cuenta. Fue un choque de realidad. A nosotros nos atendió Alejandra, funcionaria municipal, y pude ver esta relación público-privada entre el municipio, la fundación y la iglesia”, comentó.
Vicente también destacó el modo en que se articulan los programas sociales de la institución. “Me llamó mucho la atención cómo funcionan los programas y cómo permiten visualizar una ruta de mejoría en la calidad de vida de las personas, especialmente aquellas en situación de calle”.
Tras esta primera visita, el curso iniciará la fase de diseño de proyectos de Aprendizaje y Ciudadanía, que culminará con la implementación de servicios comunitarios diseñados por los y las estudiantes, en colaboración con la Fundación Betesda y las personas que son atendidas en sus centros.